CANIFF, MILTON
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El lunes 18 de octubre de 1943, el congresista por California Carl Hinshaw se dirigió a sus colegas en la sesión del Congreso de los Estados Unidos y leyó la página dominical de Terry y los piratas publicada el día antes. Con su gesto, consiguió que el discurso de Flip Corkin y su mensaje quedara guardado para la posteridad en las Actas del Congreso y los archivos nacionales.
El esfuerzo de la guerra reconocía así el valor de una página de historieta, y del mensaje que Milton Caniff dirigía, por medio del sermón a Terry, tanto a los soldados que combatían en los diversos frentes, como al pueblo que esperaba en casa noticias de la guerra. No es una arenga al uso: no se hace mención al enemigo, lo cual ennoblece aún más su contenido. Corkin esboza el pasado de la aviación, su historia y sus logros, reconoce el legado de generaciones que han hecho posible las máquinas que pilotarán Terry y sus compañeros, y ensalza la labor de equipo de todos cuanto participan en la guerra: los mecánicos, los ingenieros, incluso se permite dar un pescozón a la burocracia militar, para terminar con el recuerdo a todos los que han caído o faltan de sus casas en el sur del Pacífico, Alaska, África o Asia.