GOL / MEDINA,AURELIO
Allá por el año 1520 gobernaba en los reinos de la Monarquía Hispánica un joven rey, don Carlos, criado en Flandes y desconocedor de los usos y costumbres de sus vasallos españoles. Carlos repartió beneficios y prebendas entre sus nobles flamencos orillando a la nobleza y al clero hispano. El rey Carlos aspiraba también a la corona del Sacro Imperio y al morir su abuelo, el emperador Maximiliano, se postuló como su sucesor. Para ello hubo de gravar con nuevos impuestos a los castellanos. Este y otros abusos e injusticias acabaron con la paciencia de las ciudades castellanas que se levantaron en abierta rebelión contra el joven monarca. Las ciudades se agruparon en una junta y desafiaron al poder del rey, pero no a la monarquía. Ellos luchaban contra la injusticia y a favor de la comunidad y del bien común.